¿Para quien canto yo entonces
si los humildes nunca me entienden?
¿Si los hermanos se cansan
de oír las palabras que oyeron siempre?
¿Si los que saben no necesitan que les enseñen?
¿Si el que yo quiero todavía está dentro de tu vientre?
Yo canto para la gente
porque también soy uno de ellos.
Ellos escriben las cosas
y yo les pongo melodía y verso.
Si cuando gritan vienen los otros
y entonces callan.
Si sólo puedo ser más honesto que mi guitarra.
Y yo canto para usted
el que atrasa los relojes
el que ya jamás podrá cambiar
y no se dio cuenta nunca
que su casa se derrumba.
¡Para quién canto!
Y yo canto para usted
señor del reloj de oro
se que a usted nada lo hará cambiar
pero quiero que se entere
que su hijo no lo quiere.
si los humildes nunca me entienden?
¿Si los hermanos se cansan
de oír las palabras que oyeron siempre?
¿Si los que saben no necesitan que les enseñen?
¿Si el que yo quiero todavía está dentro de tu vientre?
Yo canto para la gente
porque también soy uno de ellos.
Ellos escriben las cosas
y yo les pongo melodía y verso.
Si cuando gritan vienen los otros
y entonces callan.
Si sólo puedo ser más honesto que mi guitarra.
Y yo canto para usted
el que atrasa los relojes
el que ya jamás podrá cambiar
y no se dio cuenta nunca
que su casa se derrumba.
¡Para quién canto!
Y yo canto para usted
señor del reloj de oro
se que a usted nada lo hará cambiar
pero quiero que se entere
que su hijo no lo quiere.
envoyé par Bernart Bartleby - 1/4/2016 - 10:51
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Parole e musica di Charly García
Nell’album intitolato “Pequeñas anécdotas sobre las instituciones”
Era la fine del 1974 e già il vento maligno della repressione più feroce soffiava sull’Argentina intera… Juan Domingo Perón era morto a luglio, ne aveva preso il posto la moglie Isabel nella cui ombra operava López Rega, ministro del “bienestar social” e fondatore dell’Alianza Anticomunista Argentina. Militari, poliziotti e paramilitari integranti della Triple A ebbero il preciso compito di accelerare la campagna di terrore iniziata l’anno precedente con il massacro di Ezeiza, quando cecchini dell’ultradestra spararono sulla folla accorsa per acclamare il ritorno in patria di Perón dopo 18 anni d’esilio (13 morti e 350 feriti)…
Charly García fu costretto a preparare due versioni dell’album, la seconda con testi più edulcorati, semmai la censura avesse cassato gli originali… Non si sbagliava: gran parte delle canzoni furono censurate, anche questa, che venne privata dell’ultima strofa: “Per chi canto io dunque? Canto per la gente, sono uno di loro, sono loro che scrivono le canzoni, io ci metto solo i versi e la melodia... E poi le canto, quando loro stanno zitti, quando spostano indietro gli orologi, quando non vogliono cambiare, quando non si rendono conto che la casa sta crollando… E canto anche per te, signore con l’orologio d’oro, lo so che nulla ti farà cambiare ma voglio che tu ti renda conto che tuo figlio non è per niente d’accordo con te…”
Beh, ci voleva del coraggio…