Desiertos, ríos, mar
Esconden mi paz
Detienen el tiempo intacto
Desciendo hasta el final
Por donde empezar
Señales que diga algo
Despierto sin lograr
Soñar el lugar
Que muerda el vació de años
Viajando un día más
Espero encontrar
Un rastro que diga cuando
Las horas, los días, el tiempo, una vida
No hay nombres, no hay pistas,
Tu rastro un enigma
Los años suman más
Que la tierna edad
En la que partiste amado
Mis años sin mirar
La vida pasar
Las horas que me han faltado
Las horas, los días, el tiempo, una vida
Sin nombres, sin pistas,
Sin rastros que me digan
Las horas de tus días,
En que tiempo quitan tu vida
No hay forma que corrijan
Los momentos en que me faltaste
Y me devuelvan la vida
Esconden mi paz
Detienen el tiempo intacto
Desciendo hasta el final
Por donde empezar
Señales que diga algo
Despierto sin lograr
Soñar el lugar
Que muerda el vació de años
Viajando un día más
Espero encontrar
Un rastro que diga cuando
Las horas, los días, el tiempo, una vida
No hay nombres, no hay pistas,
Tu rastro un enigma
Los años suman más
Que la tierna edad
En la que partiste amado
Mis años sin mirar
La vida pasar
Las horas que me han faltado
Las horas, los días, el tiempo, una vida
Sin nombres, sin pistas,
Sin rastros que me digan
Las horas de tus días,
En que tiempo quitan tu vida
No hay forma que corrijan
Los momentos en que me faltaste
Y me devuelvan la vida
envoyé par Bernart Bartleby - 7/2/2015 - 21:01
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Parole di Denisse Malebrán, cantante del gruppo.
Musica dei Saiko
Il brano che dà il titolo all’album registrato a Santiago de Chile nel 2003, giusto a 30 anni dal golpe fascista dell’11 settembre 1973.
Una canzone introspettiva che racconta il dramma di una donna che ha visto l’uomo amato desaparecido durante gli anni più bui della dittatura militare in Cile.