Ay, venga, paloma, venga,
y cuénteme usted su pena.
— Pasar he visto a dos hombres
armados y con banderas;
el uno en caballo moro,
el otro en potranca negra.
Dejaran casa y mujer,
partieran a lueñes tierras;
el odio los acompaña,
la muerte en las manos llevan.
“¿A dónde vais?”, preguntéles,
y ambos a dos respondieran:
“Vamos andando, paloma,
andando para la guerra.”
Así dicen, y después
con ocho peuñas vuelan,
vestidos de polvo y sol,
armados y con banderas,
el uno en caballo moro
el otro en potranca negra.
Ay, venga, paloma, venga
y cuénteme usted su pena.
— Pasar he visto a dos viuda
como jamás antes viera,
pues que de una misma lágrima
estatuas parecen hechas.
“¿A dónde vais, mis señoras?”,
pregunté a las dos a verlas.
“Vamos por nuestros maridos,
paloma”, me respondieran.
“De su partida y llegada
tenemos amargas nuevas;
tendidos están y muertos,
muertos los dos en la hierba,
gusanos ya sobre el vientre
y buitres en la cabeza,
sin fuego las armas mudas
y sin aire las banderas;
se espantó el caballo moro,
huyó la potranca negra.”
Ay, venga, paloma, venga
y cuénteme usted su pena.
y cuénteme usted su pena.
— Pasar he visto a dos hombres
armados y con banderas;
el uno en caballo moro,
el otro en potranca negra.
Dejaran casa y mujer,
partieran a lueñes tierras;
el odio los acompaña,
la muerte en las manos llevan.
“¿A dónde vais?”, preguntéles,
y ambos a dos respondieran:
“Vamos andando, paloma,
andando para la guerra.”
Así dicen, y después
con ocho peuñas vuelan,
vestidos de polvo y sol,
armados y con banderas,
el uno en caballo moro
el otro en potranca negra.
Ay, venga, paloma, venga
y cuénteme usted su pena.
— Pasar he visto a dos viuda
como jamás antes viera,
pues que de una misma lágrima
estatuas parecen hechas.
“¿A dónde vais, mis señoras?”,
pregunté a las dos a verlas.
“Vamos por nuestros maridos,
paloma”, me respondieran.
“De su partida y llegada
tenemos amargas nuevas;
tendidos están y muertos,
muertos los dos en la hierba,
gusanos ya sobre el vientre
y buitres en la cabeza,
sin fuego las armas mudas
y sin aire las banderas;
se espantó el caballo moro,
huyó la potranca negra.”
Ay, venga, paloma, venga
y cuénteme usted su pena.
Contributed by Bernart Bartleby - 2014/1/13 - 14:02
No, la canzone sta in una raccolta pubblicata nel 1980 dalla casa discografica messicana Fotón, intitolata "Bola de Nieve 1 y 2", a cura di Modesto López, produttore argentino-messicano.
Bernart Bartleby - 2014/1/13 - 14:20
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Versi del grande poeta cubano, dalla raccolta intitolata “La paloma de vuelo popular” pubblicata nel 1958.
Musica di Bola de Nieve, nome d’arte di Ignacio Jacinto Villa Fernández (1911-1971), cantante, compositore e pianista cubano.
La canzone sta – ma non ne sono sicuro perché la discografia di Bola de Nieve è molto farraginosa – in “Este sí es Bola” del 1960, quello che forse è l’unico disco edito a Cuba di un artista che, in vita, fu ben più apprezzato all’estero che non in patria.