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Canción de la esperanza

Víctor Manuel
Langue: espagnol


Víctor Manuel

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‎[1978]‎
Parole e musica di Víctor Manuel.‎
Dall’album intitolato “Soy un corazón tendido al sol”‎

Soy un corazón tendido al sol

 Locandina del film satirico-fantastico ‎‎ Alicia ‎en la España de las maravillas diretto da Jorge Feliu nel 1978-79.
Locandina del film satirico-fantastico ‎‎ Alicia ‎en la España de las maravillas diretto da Jorge Feliu nel 1978-79.


Tras las primeras elecciones y al año siguiente con la aprobación de la Constitución, pareciera que ‎las aguas se iban calmando. Sin embargo, la situación era bien distinta: a los problemas ‎tradicionales que dejaba la dictadura se sumaba una crisis económica mundial que dejaba a millones ‎de obreros en el paro. Comenzaba también los debates interminables acerca de temas tan ‎escabrosos, sobre todo en un país católico (en el cual, no obstante, sus detractores estaban a favor de ‎la pena de muerte), como el aborto. También escabrosas eran las amnistías: desde 1976 en adelante, ‎las sucesivas amnistías permitían que algunos exiliados volvieran y algunos presos fueran liberados; ‎pero no todos: lo más complicado era liberar a los presos pertenecientes a bandas armadas.
Pero quedaba un regusto amargo en la boca de muchos, sobre todo al ver como sus libertades ‎seguían supeditadas a los deseos y caprichos de la burguesía y de la iglesia, a la vez que la policía y ‎la guardia civil no respetaban dichas libertades. Las manifestaciones eran brutales, a veces con ‎fuego real, y los grupos ultras actuaban casi con total impunidad… Han pasado 30 años y algunos ‎de los represaliados por el franquismo siguen sin la justicia que les corresponde.
En el año 79, Víctor Manuel cantaba esta canción: es una canción en la que, dirigiéndose a Franco, ‎hace una especie de resumen de aquellos últimos años, repasando lo sucedido, y, sobre todo, ‎invitando a una lucha que no debe cesar nunca, porque no es necesario que haya un dictador para ‎seguir luchando. (Gustavo Sierra Fernández)‎
Dopo le prime elezioni e l’anno seguente, con l’approvazione della Costituzione, sembrava che le ‎acque si andassero calmando. Invece, la situazione era ben diversa: ai problemi di sempre che ‎lasciava la dittatura si sommava una crisi economica mondiale che lasciava disoccupati milioni di ‎operai. Cominciavano inoltre le discussioni interminabili su temi scottanti, soprattutto in un paese ‎cattolico - dove però i cattolici erano favorevoli alla pena di morte - come l’aborto. E difficile era ‎anche il tema dell’amnistia: dal 1976 in poi le diverse amnistie permisero ad alcuni esiliati di ‎rientrare nel paese e alcuni prigionieri furono liberati, ma non tutti. La cosa più complicata era ‎liberare i detenuti per banda armata. E restava un retrogusto amaro in bocca a molti, soprattutto nel ‎constatare come le libertà di tutti continuassero ad essere subordinate ai desideri e capricci della ‎borghesia e della chiesa, e al tempo stesso polizia e guardia civil non rispettavano queste libertà. Le ‎manifestazioni venivano represse brutalmente, a volte la polizia sparava per davvero, ed i gruppi ‎estremisti facevano il bello ed il cattivo tempo nella totale impunità… Sono passati 30 anni ed ‎alcune delle vittime del franchismo continuano a non avere giustizia.‎
Nel 1978 Víctor Manuel cantava questa canzone nella quale, rivolgendosi a Franco, l’autore fa una ‎specie di riassunto degli ultimi anni, ricordando quanto accaduto e, soprattutto, chiamando alla lotta ‎che non deve mai cessare, perché non è necessario che ci sia un dittatore al potere per continuare a ‎lottare… (Gustavo Sierra Fernández, dal suo blog (la Zamarra de ‎Gustavo, tentativo di traduzione italiana di Bernart)‎



Tanto imaginarnos
una muerte digna en ti,
y tú salpicabas la pared.
Fuimos una oreja,
un latido, un transistor,
mientras salpicabas la pared.
Esperábamos con miedo la ruptura,
tú bien sabes el por qué.
Tantas gentes no dormían en sus casas,
tú ya sabes el por qué.
Siempre sospechamos
que la vida no eras tú,
una vieja historia fantasmal.
Eras la costumbre, la pistola y el altar,
un espejo roto en el desván.
La imposible y desgraciada pesdilla,
la campana de cristal.
Algún día nos dirán que no exististe,
mas que en sueño en realidad.‎

‎¡Que no cese la esperanza acorralada!
Con un voto no cambiamos casi nada
‎¡Que no cese la esperanza acorralada!
muerto el perro no se fue con él la rabia.‎

Era casi fácil rebelarnos contra ti
en el sindicato, en un papel;
toda la política se hacía contra ti,
eras el resumen a vencer.
Ahora todo es más complejo todavía,
lo difícil es crecer
y aceptar que otros decidan por tu cuenta
con el voto que les des.
Siempre había soñado
que se irían de una vez,
nunca había soñado con un rey.
Es muy desigual
esta partida de ajedrez:
ellos tienen votos y el poder.
Prosigamos con la lucha
siemrpe viva en la oficina o el taller,
que la historia nos empuja maldiciendo
en la mesa de un café.
‎¡Que no cese la esperanza acorralada!
Con un voto no cambiamos casi nada
‎¡Que no cese la esperanza acorralada!
muerto el perro no se fue con él la rabia.‎

envoyé par Bernart - 6/11/2013 - 09:04


gracias mil!

ana - 12/12/2014 - 12:05




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