Caraballo mató un gallo
y en la plaza lo enterró.
Enterró solo las plumas
porque el gallo se comió;
y el gallo voló cantando:
“Caraballo me mató!”
Caraballo montó un bayo
y de su tierra salió;
Corrió veloz como el rayo
y el gallo lo persiguió
cantando, siempre cantando:
“Caraballo me mató!”
Pobre negro Caraballo
todo el mundo recorrió
hasta que llegó a Jamaica,
tierra de melaza y ron,
de rubios cañaverales,
cafetales y algodón,
donde los negros rumberos
bailan al son del bongó.
Cuando llegó Caraballo
y la gente se enteró
lo recibieron cantando:
“Caraballo lo mató!”
Escapándose Caraballo
y el gallo lo persiguió,
el mar, la selva y el viento,
el monte, el agua y el sol,
las estrellas en el cielo
todas cantaban a un son:
“Caraballo mató un gallo
y en la plaza lo enterró!
Caraballo mató un gallo
y en la plaza lo enterró!”
Al pasar por una iglesia
el pobre negro tembló;
en el alto campanario
un gallito delator,
giraba contrario al viento
y así su copla entonó:
“Caraballo mató un gallo
y en la plaza lo enterró!
Caraballo mató un gallo
y en la plaza lo enterró!”
En una isla lejana
Caraballo se murió.
Piedad de unas negras manos
sepultura allí le dio,
y en la tumba plantó un árbol,
aquel árbol dio una flor,
esa flor se abrió de noche
y en la noche se escuchó
el primer canto del gallo
que la mañana anunció
cantando la eterna copla:
“Caraballo me mató!”
Al cielo fue Caraballo,
al cielo su alma voló,
sobre sus alas un gallo,
gallo blanco se posó.
Ángeles negros flotaban
entre nubes de algodón,
Cantando la eterna copla:
“Caraballo lo mató!
Caraballo mató un gallo,
y en la plaza lo enterró!”
El diecinueve de mayo
que es día de la ascensión,
llamado fue Caraballo
al santo juicio de Dios.
Pero al alba cantó el gallo
y el en su canto así acusó:
“Dios, me mató Caraballo
y en la plaza me enterró!”
Se enojo Dios, lanzó un rayo
de profunda indignación.
“Ven” - le dijo a Caraballo -
“No has pecado negro, no,
que si mataste ese gallo
fue el hambre que te obligó,
y ya que en el mundo blanco
para el negro no hay perdón,
yo, Dios y Señor del negro,
te ofrezco mi absolución”
Ángeles negros tocaron
el arpa con gran primor.
Negras vírgenes cantaron
y danzaron en su honor,
y en medio de la alegría,
se escuchó la voz de Dios:
“Esta noche, para todos,
habrá gallo con arroz!
Esta noche, para todos,
habrá gallo con arroz!”
y en la plaza lo enterró.
Enterró solo las plumas
porque el gallo se comió;
y el gallo voló cantando:
“Caraballo me mató!”
Caraballo montó un bayo
y de su tierra salió;
Corrió veloz como el rayo
y el gallo lo persiguió
cantando, siempre cantando:
“Caraballo me mató!”
Pobre negro Caraballo
todo el mundo recorrió
hasta que llegó a Jamaica,
tierra de melaza y ron,
de rubios cañaverales,
cafetales y algodón,
donde los negros rumberos
bailan al son del bongó.
Cuando llegó Caraballo
y la gente se enteró
lo recibieron cantando:
“Caraballo lo mató!”
Escapándose Caraballo
y el gallo lo persiguió,
el mar, la selva y el viento,
el monte, el agua y el sol,
las estrellas en el cielo
todas cantaban a un son:
“Caraballo mató un gallo
y en la plaza lo enterró!
Caraballo mató un gallo
y en la plaza lo enterró!”
Al pasar por una iglesia
el pobre negro tembló;
en el alto campanario
un gallito delator,
giraba contrario al viento
y así su copla entonó:
“Caraballo mató un gallo
y en la plaza lo enterró!
Caraballo mató un gallo
y en la plaza lo enterró!”
En una isla lejana
Caraballo se murió.
Piedad de unas negras manos
sepultura allí le dio,
y en la tumba plantó un árbol,
aquel árbol dio una flor,
esa flor se abrió de noche
y en la noche se escuchó
el primer canto del gallo
que la mañana anunció
cantando la eterna copla:
“Caraballo me mató!”
Al cielo fue Caraballo,
al cielo su alma voló,
sobre sus alas un gallo,
gallo blanco se posó.
Ángeles negros flotaban
entre nubes de algodón,
Cantando la eterna copla:
“Caraballo lo mató!
Caraballo mató un gallo,
y en la plaza lo enterró!”
El diecinueve de mayo
que es día de la ascensión,
llamado fue Caraballo
al santo juicio de Dios.
Pero al alba cantó el gallo
y el en su canto así acusó:
“Dios, me mató Caraballo
y en la plaza me enterró!”
Se enojo Dios, lanzó un rayo
de profunda indignación.
“Ven” - le dijo a Caraballo -
“No has pecado negro, no,
que si mataste ese gallo
fue el hambre que te obligó,
y ya que en el mundo blanco
para el negro no hay perdón,
yo, Dios y Señor del negro,
te ofrezco mi absolución”
Ángeles negros tocaron
el arpa con gran primor.
Negras vírgenes cantaron
y danzaron en su honor,
y en medio de la alegría,
se escuchó la voz de Dios:
“Esta noche, para todos,
habrá gallo con arroz!
Esta noche, para todos,
habrá gallo con arroz!”
Contributed by Bernart - 2013/9/9 - 15:20
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Canzone popolare (uruguaya?)
Arrangiamento musicale di Manuel Picón
Nel disco intitolato “Caraballo mató un gallo”
Testo trovato su Olga Manzano y Manuel Picón
Semplicemente bellissima!
La canzone fu accompagnata da un gustoso cartone animato con disegni di Simón Feldman, regista, critico cinematografico e pittore argentino.