De pronto, por el mar, sube, baja un sonido,
un débil silabeo de garganta cortada,
un son, un eco turbio de cuerpo dividido,
de párpados, de lengua, de pulsos y de nada.
No sé quién me persigue poniéndome estos muros,
este tribunal falso y esta luz de condena,
quién hace que las olas abran cuartos oscuros
con hombres que en su fondo los hunde una cadena.
Signos de nuevos crímenes se escuchan en el viento
y la sangre parece que intenta ser bahía
y que la mar estudia rodar con otro acento
y cosechar la tierra más muertos todavía.
Era triste ir bajando sólo oyendo hendiduras,
relámpagos de hachas y un abrir y cerrar.
La vida era la muerte, y el resto, cerraduras.
Y vi una cruz gamada ensangrentando el mar.
un débil silabeo de garganta cortada,
un son, un eco turbio de cuerpo dividido,
de párpados, de lengua, de pulsos y de nada.
No sé quién me persigue poniéndome estos muros,
este tribunal falso y esta luz de condena,
quién hace que las olas abran cuartos oscuros
con hombres que en su fondo los hunde una cadena.
Signos de nuevos crímenes se escuchan en el viento
y la sangre parece que intenta ser bahía
y que la mar estudia rodar con otro acento
y cosechar la tierra más muertos todavía.
Era triste ir bajando sólo oyendo hendiduras,
relámpagos de hachas y un abrir y cerrar.
La vida era la muerte, y el resto, cerraduras.
Y vi una cruz gamada ensangrentando el mar.
Contributed by Bernart - 2013/6/5 - 15:21
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Versi del grande poeta spagnolo, dalla raccolta poetica intitolata “13 bandas y 48 estrellas. Poemas del mar Caribe”, pubblicata nel 1936.
Musica di Emiliano Domínguez "Zapata", giovane cantautore spagnolo figlio d’arte, che il padre è il celebre cantante di flamenco José Domínguez Muñoz, meglio conosciuto come El Cabrero.
Nel disco di Zapata intitolato “Poesía en resistencia”, pubblicato nel 2012
Poesia scritta nel 1935 quando, dopo aver soggiornato in Unione Sovietica, ad Atene e a Parigi, Rafael Alberti allungò il viaggio raggiungendo a bordo del “Bremen” gli USA e poi Messico, Panama, Cuba e le altre isole dei Caraibi. E da lì il poeta guardava al Vecchio continente con la stessa preoccupazione che pervadeva una sua raccolta precedente, la famosa, profetica “Un fantasma recorre Europa” del 1933: “Il vento trasporta l’annuncio di nuovi crimini… e sembra che la terra stia per essere seminata di ancora più morti… La vita era la morte e, per il resto, solo prigioni. E vidi una svastica insanguinare il mare”