No te diré nada,
ninguna palabra, invasor.
Ustedes no respetaron nuestras tierras,
nuestros dioses,
nuestras mujeres.
Todo lo maltrataron,
todo lo humillaron,
todo violaron.
Por este sol
juro que no te diré
ninguna palabra,
¡invasor!.
Oye tú, visitador Areche.
¿Tú quieres el nombre de mis cómplices?.
Aquí no hay más que dos cómplices,
tú y yo.
Tú por opresor
y yo por libertador.
Y si yo merezco la muerte,
tú la mereces
diez veces más.
De cuatro caballos lo tiraron,
pero no lo mataron.
Le cortaron la lengua,
pero no lo mataron.
Le cortaron la cabeza,
pero no lo mataron.
Lo partieron en mil pedazos,
pero no lo mataron.
No, no pudieron con nuestros dioses,
no pudieron matar nuestra identidad.
El espíritu de la identilidad no ha muerto,
empieza a despertar después de un largo sueño.
Vestidos con nueva piel,
pero con el mismo sentimiento.
No se quedó dormido el dolor
ni el olvido se perdió en el tiempo.
Hay más de un sabio mago que está vestido de maestro
y un par de Chasquis buscando camino,
un Curaca para los tiempos de paz
y un Sinchi con espíritu guerrero.
Todos,
todos esperando justicia histórica
para nuestros pueblos.
Hermanos,
indo-americanos,
¿qué proyectos ajenos
nos tienen tan lejanos
cuándo fuimos un sólo pueblo?.
Hoy evoco los buenos tiempos
de Tahuatinsuyu
y convoco
a todos los espíritus nuevos
hasta la cumbre de Intiwatana
para acudir al llamado de la tierra
y construir la América del mañana.
Hermano Katari,
¡somos de tu partida!.
¡Ahora ya es tiempo de volver!.
¡Waranka, waranka kujtasiñani!
podrán matarnos
pero volveremos convertidos en millones.
ninguna palabra, invasor.
Ustedes no respetaron nuestras tierras,
nuestros dioses,
nuestras mujeres.
Todo lo maltrataron,
todo lo humillaron,
todo violaron.
Por este sol
juro que no te diré
ninguna palabra,
¡invasor!.
Oye tú, visitador Areche.
¿Tú quieres el nombre de mis cómplices?.
Aquí no hay más que dos cómplices,
tú y yo.
Tú por opresor
y yo por libertador.
Y si yo merezco la muerte,
tú la mereces
diez veces más.
De cuatro caballos lo tiraron,
pero no lo mataron.
Le cortaron la lengua,
pero no lo mataron.
Le cortaron la cabeza,
pero no lo mataron.
Lo partieron en mil pedazos,
pero no lo mataron.
No, no pudieron con nuestros dioses,
no pudieron matar nuestra identidad.
El espíritu de la identilidad no ha muerto,
empieza a despertar después de un largo sueño.
Vestidos con nueva piel,
pero con el mismo sentimiento.
No se quedó dormido el dolor
ni el olvido se perdió en el tiempo.
Hay más de un sabio mago que está vestido de maestro
y un par de Chasquis buscando camino,
un Curaca para los tiempos de paz
y un Sinchi con espíritu guerrero.
Todos,
todos esperando justicia histórica
para nuestros pueblos.
Hermanos,
indo-americanos,
¿qué proyectos ajenos
nos tienen tan lejanos
cuándo fuimos un sólo pueblo?.
Hoy evoco los buenos tiempos
de Tahuatinsuyu
y convoco
a todos los espíritus nuevos
hasta la cumbre de Intiwatana
para acudir al llamado de la tierra
y construir la América del mañana.
Hermano Katari,
¡somos de tu partida!.
¡Ahora ya es tiempo de volver!.
¡Waranka, waranka kujtasiñani!
podrán matarnos
pero volveremos convertidos en millones.
Contributed by adriana - 2013/5/24 - 11:34
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Album :(Guamary) Tupac Amaru, 500 años