Soldado trajiamarillo,
policía de azul dril;
mano ciega, sordo brillo:
palo y fusil.
Sobre las calles desnudas,
fosca noche sin luceros
envuelve dos sombras rudas
de ojos fieros.
El fusil, acero malo,
chilla, si la luz le da;
sobre las piedras, el palo
gruñe: ¡tra, tra!
(El soldado fue tornero;
policía, zapatero.)
Ah, soldado, mi soldado,
¿cómo has podido escapar?
¡Los torneros que te buscan
pronto te van a encontrar!
Policía,
¿a dónde has ido a parar?
¡Los zapateros preguntan
por tu fiero delantal!
Pasos en la calle oscura
donde la pareja está.
Grita el fusil con voz dura:
-¡Alto! ¿Quién va?
-Va un tornero,
que anda tras su compañero;
vengo porque hablarte quiero...
-No es tornero, que es soldado
chilla el fusil sin compás,
y después escupe airado:
-¡Eche pa' trás!
Pasos en la calle oscura
donde la pareja está.
Grita el palo con voz dura:
-¡Alto! ¿Quién va?
-Zapatero,
aquí está tu compañero;
vengo, porque hablarte quiero...
Pero el palo chilla fiero:
-¡Tome! ¡Tome! ¡Tome y tome!
Avise si quiere más;
tumbe por ahí y no embrome.
¡Eche pa' trás!
Silencio. Pero después
de la noche cuelga un canto
como una luna de hiel:
«Torneros, mucho cuidado.
que ahora es soldado el tornero;
soldado de cuerpo entero
y con los ojos vendados.
¡Zapatero, policía,
mira que se hace de día
y estás de uniforme nuevo!»
policía de azul dril;
mano ciega, sordo brillo:
palo y fusil.
Sobre las calles desnudas,
fosca noche sin luceros
envuelve dos sombras rudas
de ojos fieros.
El fusil, acero malo,
chilla, si la luz le da;
sobre las piedras, el palo
gruñe: ¡tra, tra!
(El soldado fue tornero;
policía, zapatero.)
Ah, soldado, mi soldado,
¿cómo has podido escapar?
¡Los torneros que te buscan
pronto te van a encontrar!
Policía,
¿a dónde has ido a parar?
¡Los zapateros preguntan
por tu fiero delantal!
Pasos en la calle oscura
donde la pareja está.
Grita el fusil con voz dura:
-¡Alto! ¿Quién va?
-Va un tornero,
que anda tras su compañero;
vengo porque hablarte quiero...
-No es tornero, que es soldado
chilla el fusil sin compás,
y después escupe airado:
-¡Eche pa' trás!
Pasos en la calle oscura
donde la pareja está.
Grita el palo con voz dura:
-¡Alto! ¿Quién va?
-Zapatero,
aquí está tu compañero;
vengo, porque hablarte quiero...
Pero el palo chilla fiero:
-¡Tome! ¡Tome! ¡Tome y tome!
Avise si quiere más;
tumbe por ahí y no embrome.
¡Eche pa' trás!
Silencio. Pero después
de la noche cuelga un canto
como una luna de hiel:
«Torneros, mucho cuidado.
que ahora es soldado el tornero;
soldado de cuerpo entero
y con los ojos vendados.
¡Zapatero, policía,
mira que se hace de día
y estás de uniforme nuevo!»
Contributed by Bernart - 2013/5/7 - 12:51
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Versi del poeta cubano Nicolás Guillén dalla raccolta “Cantos para soldados y sones para turistas”.
Musica di Adolfo Celdrán dal disco “4.444 veces, por ejemplo” del 1975
A differenza del Pasolini dei “poliziotti figli del popolo”, qui Nicolás Guillén, sprofondato insieme ai tutti cubani sotto diverse dittature filostatunitensi, da ultima quella di Fulgencio Batista (protagonista già del golpe militare del 1933), è convinto che il soldato ed il poliziotto abbiano completamente scordato le loro origini proletarie, operaie, e si siano trasformati in nemici del popolo…