Oíd mortales el grito sagrado
de anarquía y solidaridad.
Oíd el ruido de bombas que estallan
en defensa de la libertad.
El obrero que sufre, proclama
la anarquía del mundo a través,
coronada su sien de laureles,
y a sus plantas rendido el burgués.
El vil clero a la cara te escupe
y el que manda te aplique se ley.
Y el burgués tu sudor te arrebata
y te matan la patria y el rey.
Viva, viva la anarquía,
viva el pueblo productor.
Libertad, igualdad y armonía,
arte, paz, justicia y amor.
de anarquía y solidaridad.
Oíd el ruido de bombas que estallan
en defensa de la libertad.
El obrero que sufre, proclama
la anarquía del mundo a través,
coronada su sien de laureles,
y a sus plantas rendido el burgués.
El vil clero a la cara te escupe
y el que manda te aplique se ley.
Y el burgués tu sudor te arrebata
y te matan la patria y el rey.
Viva, viva la anarquía,
viva el pueblo productor.
Libertad, igualdad y armonía,
arte, paz, justicia y amor.
envoyé par Bernart - 5/4/2013 - 11:36
×
Parodia dell’Inno nazionale argentino, del quale condivide l’apertura (“Oíd mortales el grito sagrado…”)
Dal disco “Los Anarquistas - Marchas y canciónes de lucha de los obreros anarquistas argentinos (1904 - 1936)”, a cura di Osvaldo Bayer, con la collaborazione di Héctor Alterio (1929-), grande attore argentino (un titolo per tutti: “La historia oficial”, di Luis Puenzo, 1985, forse il primo film argentino sugli orrori della dittatura. Nella colonna sonora, En el país de Nomeacuerdo di María Elena Walsh.)
Los Anarquistas
“Marchan de Plaza Congreso a Plaza Mazzini, pero la policía les saldrá al paso. Se luchará a brazo partido, la represión es tremenda, a tiro limpio. Un centenar de obreros heridos quedan en el suelo. El cadáver del marinero Juan Ocampo es llevado en hombros por los anarquistas hasta el local de la protesta.
Así serán todos los primeros de mayo.
Los porteños se esconden en ese día porque saben que los anarquistas salen a la calle a recordar a los mártires de Chicago ahorcados por luchar en pos de las ocho horas de trabajo.
Pero no sólo cantan Hijos del pueblo, en estos actos, también cantan su himno:…” (Osvaldo Bayer)