No existe fuerza en el mundo
que pueda parar la voz,
no hay vitamina que alcance
cuando del alma es la tos.
Cuando sabemos lo que tenemos
y transparente todo lo vemos
no existe bota o zapato
que pueda pisarnos hoy,
ni rascacielos que rasquen
cuando pica el corazón.
Cuando paramos de darnos cuerda
como si nada se abren los puertas.
No existe ciudad en el globo
que pueda atraparme hoy
No hay suficientes mísiles
para bajarme la voz
ni reacciones en cadena
sino juego de eslabón.
Cuando los locos se están matando
entre las balas me voy silbando.
No existe sable en el mundo
que pueda partirme en dos.
que pueda parar la voz,
no hay vitamina que alcance
cuando del alma es la tos.
Cuando sabemos lo que tenemos
y transparente todo lo vemos
no existe bota o zapato
que pueda pisarnos hoy,
ni rascacielos que rasquen
cuando pica el corazón.
Cuando paramos de darnos cuerda
como si nada se abren los puertas.
No existe ciudad en el globo
que pueda atraparme hoy
No hay suficientes mísiles
para bajarme la voz
ni reacciones en cadena
sino juego de eslabón.
Cuando los locos se están matando
entre las balas me voy silbando.
No existe sable en el mundo
que pueda partirme en dos.
envoyé par Dead End - 19/3/2013 - 09:31
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Parole e musica di Gustavo Santaolalla.
Dal disco “De Ushuaia a La Quiaca, vol 1”, con Gustavo Santaolalla (1951-), compositore, musicista e produttore musicale argentino, vincitore di due Oscar per le colonne sonore di “Brokeback Mountain” di Ang Lee (2006) e di “Babel” di Alejandro González Iñárritu (2007).
Testo trovato su Cancioneros.com