Vengo a inclinar mi bandera
musical y entristecida
por la temprana partida
de quien fue un voz entera.
En el pueblo está presente
con su canción pura y clara
el nombre de Víctor Jara
que cantará eternamente.
Fue una voz estremecida
que al pueblo entregó su suerte
y rubricó con su muerte
la gran canción de su vida.
Al pueblo entregó su canto
porque del pueblo venía
y al pueblo le conocía
la amarga noche del llanto.
Pero su canto se empina
sobre la muerte y la Historia,
su canto es timbre de gloria
pues la voz no se asesina.
Su voz seguirá sonando
en los oídos inciertos
que hay muertos que no están muertos,
muertos que viven cantando
musical y entristecida
por la temprana partida
de quien fue un voz entera.
En el pueblo está presente
con su canción pura y clara
el nombre de Víctor Jara
que cantará eternamente.
Fue una voz estremecida
que al pueblo entregó su suerte
y rubricó con su muerte
la gran canción de su vida.
Al pueblo entregó su canto
porque del pueblo venía
y al pueblo le conocía
la amarga noche del llanto.
Pero su canto se empina
sobre la muerte y la Historia,
su canto es timbre de gloria
pues la voz no se asesina.
Su voz seguirá sonando
en los oídos inciertos
que hay muertos que no están muertos,
muertos que viven cantando
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