Digo que exilio es estar solo
sin tener nada, darlo todo,
llevar el sello en la mirada
por la distancia tan marcada,
dejar el alma en un rincón,
hablar de amor sin corazón,
usar la fe y la esperanza,
sin impaciencia dar confianza,
con alegría aunque la espera
sea una eterna enredadera.
En este tiempo sin verano
voy a aprender de ti, mi hermano,
que ni prisión ni carcelero
pudo callar tu cancionero.
En Chacabuco fue tu voz
multiplicada que brotó
por el ausente y el presente,
grito serás del continente,
cuando nos hiere este cuchillo,
de ser más fuerte que el exilio.
Vuelvo al lugar que me ha llevado
la realidad de lo pasado
y en esta vida de extranjera
sabré encontrar mi primavera.
Patria querida, aquí tan lejos
a ni un dolor tengo derecho.
He recibido otra lección
de aquel hermano que venció,
que entre el terror y la miseria
hizo canción, hizo la guerra.
sin tener nada, darlo todo,
llevar el sello en la mirada
por la distancia tan marcada,
dejar el alma en un rincón,
hablar de amor sin corazón,
usar la fe y la esperanza,
sin impaciencia dar confianza,
con alegría aunque la espera
sea una eterna enredadera.
En este tiempo sin verano
voy a aprender de ti, mi hermano,
que ni prisión ni carcelero
pudo callar tu cancionero.
En Chacabuco fue tu voz
multiplicada que brotó
por el ausente y el presente,
grito serás del continente,
cuando nos hiere este cuchillo,
de ser más fuerte que el exilio.
Vuelvo al lugar que me ha llevado
la realidad de lo pasado
y en esta vida de extranjera
sabré encontrar mi primavera.
Patria querida, aquí tan lejos
a ni un dolor tengo derecho.
He recibido otra lección
de aquel hermano que venció,
que entre el terror y la miseria
hizo canción, hizo la guerra.
envoyé par Bartolomeo Pestalozzi - 20/8/2010 - 14:20
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Album “Isabel Parra de Chile”
Testo trovato su Cancioneros.com
Canzone dedicata al fratello Ángel Parra, che nel 1973, subito dopo il golpe, fu arrestato e rinchiuso dapprima nello Stadio nazionale a Santiago per poi essere trasferito nel terribile campo di concentramento di Cachabuco, vicino ad Antofagasta, dove fu detenuto per un anno fino al momento della sua espulsione dal Cile.
A Cachabuco Ángel Parra continuò, nonostante tutto, a comporre canzoni, alcune delle quali furono anche registrate clandestinamente da lui insieme ad altri prigionieri e si trovano nel disco intitolato “Cachabuco” del 1975.