Canta el mar
llorando sangre perdida,
se alza una voz,
cae el cristal.
Multitud
que al estudiar se rebela,
capital
en él devela.
Antonia
murió de un balazo.
Levanta el puño,
joven luchador.
No preguntes,
no preguntes dónde.
Es aquí, es en Laos,
Uruguay, Paraguay,
en todas partes;
los muertos ya no esperan.
Mártir fue
tu compañera,
cayó inocente,
sólo gritó:
No le den, no le den, no le den,
asesino
Torres Masa,
asesino Benítez.
De pie,
joven luchador,
de frente,
marchando al frente.
Estás aquí,
en Bolivia, Argentina,
Venezuela;
a la guerra,
joven luchador.
llorando sangre perdida,
se alza una voz,
cae el cristal.
Multitud
que al estudiar se rebela,
capital
en él devela.
Antonia
murió de un balazo.
Levanta el puño,
joven luchador.
No preguntes,
no preguntes dónde.
Es aquí, es en Laos,
Uruguay, Paraguay,
en todas partes;
los muertos ya no esperan.
Mártir fue
tu compañera,
cayó inocente,
sólo gritó:
No le den, no le den, no le den,
asesino
Torres Masa,
asesino Benítez.
De pie,
joven luchador,
de frente,
marchando al frente.
Estás aquí,
en Bolivia, Argentina,
Venezuela;
a la guerra,
joven luchador.
Contributed by Alessandro - 2010/1/20 - 16:25
×
![]()
Note for non-Italian users: Sorry, though the interface of this website is translated into English, most commentaries and biographies are in Italian and/or in other languages like French, German, Spanish, Russian etc.
Album “Basta ya... Revolución”
Testo trovato su Cancioneros.com
Antonia Martínez Lagares era una studentessa portoricana di 16 anni che il 4 marzo 1970, venne uccisa dalle pallottole sparate dalle forze della repressione contro una manifestazione all’università di Río Piedras a San Juan de Puerto Rico. Il capo della polizia si chiamava Luis Torres Masa, mentre Jaime Benítez Rexach era l’allora rettore dell’università. Ma a sparare sugli studenti che protestavano contro la guerra in Vietnam furono anche marines e riservisti statunitensi.
Purtroppo, se tutti rammentano i quattro studenti bianchi uccisi dall’esercito nel 1970 alla Kent University dell’Ohio, raramente qualcuno si ricorda dei tanti studenti di colore, come Antonia, che in quegli anni fecero la stessa fine per testimoniare gli stessi ideali…