[1968]
Soldados y granaderos,
macanas, bombas de gas,
bayonetas y fusiles,
tanques de guerra y mastines,
año del sesenta y ocho
y gobierno de Díaz Ordaz.
Era un veintiséis de julio
de gran manifestación
y en el Hemiciclo a Juarez
los jóvenes celebraban
lo del Asalto al Moncada
con gusto y veneración.
Otro grupo iba derecho
al Zócalo a protestar
porque un día los granaderos
asaltaron dos escuelas
allá por la Ciudadela
golpeando en forma brutal.
¡Qué noche terrible aquella,
qué saña la del poder!
Yo desde entonces pregunto
¿en dónde están los caídos
y los desaparecidos
que no los he vuelto a ver?
Se dice que los quemaron
en el Campo Militar:
uno, dos, tres, cuatro y cinco,
¿diga cuantos estudiantes
quemó por manifestantes
Marcelino Barragán?
La madrugada del treinta
un batallón sorprendió
a los de la Prepa Uno
que resistieron valientes
hasta que aquel bazucazo
la puerta les destrozó.
Escuelas de Zacatenco,
Casco de Santo Tomás:
Politécnico querido
cómo ha golpeado a tus hijos
el gobierno que preside
don Gustavo Díaz Ordaz.
También a la Escuela de Arte
el ejército llegó
y con perros policías
disolvieron la asamblea
de los jóvenes actores
que el gobierno encarceló.
Las escuelas de Chapingo
se vinieron a sumar
con los futuros maestros
dentro del gran Movimiento
del Politécnico junto
con nuestra Universidad.
¿Cuánto vale la palabra
de Corona del Rosal,
cuánto vale Echeverría
y la Procuraduría
junto con Cueto Ramírez
y la prensa nacional?
Valen el odio del pueblo
el pánico y el terror
de las madres mexicanas
que vieron por dos semanas
ametrallar a sus hijos
con odio, inquina y furor.
Heberto Castillo pudo
probar en televisión
frente a un par de locutores
que el gobierno mexicano
violó la Constitución.
¡Qué mal quedaste Gustavo!
¡Qué forma de gobernar!
Mandas diez mil asesinos
para derramar la sangra
de jóvenes estudiantes
del Distrito Federal.
¿De qué te sirvió la pose
con que apantalló el Rector?
Ya nadie lo toma en cuenta,
y al volver la autonomía
será por la valentía
de los estudiantes de hoy.
Escucha el clamor creciente
concédele atención
procura que tu gobierno
libre a Campa y Vallejo,
Nieto Castillo y el resto
y no más disolución.
Anula de una plumada
la vergüenza de tener
un cuerpo de granaderos
porque son peor que los perros
y a pedradas los queremos
hacer desaparecer.
Palomita guerrillera
repite y repetiré:
¡que vivan los estudiantes
aquellos manifestantes
que vimos por nuestras calles
con el retrato del Che!
macanas, bombas de gas,
bayonetas y fusiles,
tanques de guerra y mastines,
año del sesenta y ocho
y gobierno de Díaz Ordaz.
Era un veintiséis de julio
de gran manifestación
y en el Hemiciclo a Juarez
los jóvenes celebraban
lo del Asalto al Moncada
con gusto y veneración.
Otro grupo iba derecho
al Zócalo a protestar
porque un día los granaderos
asaltaron dos escuelas
allá por la Ciudadela
golpeando en forma brutal.
¡Qué noche terrible aquella,
qué saña la del poder!
Yo desde entonces pregunto
¿en dónde están los caídos
y los desaparecidos
que no los he vuelto a ver?
Se dice que los quemaron
en el Campo Militar:
uno, dos, tres, cuatro y cinco,
¿diga cuantos estudiantes
quemó por manifestantes
Marcelino Barragán?
La madrugada del treinta
un batallón sorprendió
a los de la Prepa Uno
que resistieron valientes
hasta que aquel bazucazo
la puerta les destrozó.
Escuelas de Zacatenco,
Casco de Santo Tomás:
Politécnico querido
cómo ha golpeado a tus hijos
el gobierno que preside
don Gustavo Díaz Ordaz.
También a la Escuela de Arte
el ejército llegó
y con perros policías
disolvieron la asamblea
de los jóvenes actores
que el gobierno encarceló.
Las escuelas de Chapingo
se vinieron a sumar
con los futuros maestros
dentro del gran Movimiento
del Politécnico junto
con nuestra Universidad.
¿Cuánto vale la palabra
de Corona del Rosal,
cuánto vale Echeverría
y la Procuraduría
junto con Cueto Ramírez
y la prensa nacional?
Valen el odio del pueblo
el pánico y el terror
de las madres mexicanas
que vieron por dos semanas
ametrallar a sus hijos
con odio, inquina y furor.
Heberto Castillo pudo
probar en televisión
frente a un par de locutores
que el gobierno mexicano
violó la Constitución.
¡Qué mal quedaste Gustavo!
¡Qué forma de gobernar!
Mandas diez mil asesinos
para derramar la sangra
de jóvenes estudiantes
del Distrito Federal.
¿De qué te sirvió la pose
con que apantalló el Rector?
Ya nadie lo toma en cuenta,
y al volver la autonomía
será por la valentía
de los estudiantes de hoy.
Escucha el clamor creciente
concédele atención
procura que tu gobierno
libre a Campa y Vallejo,
Nieto Castillo y el resto
y no más disolución.
Anula de una plumada
la vergüenza de tener
un cuerpo de granaderos
porque son peor que los perros
y a pedradas los queremos
hacer desaparecer.
Palomita guerrillera
repite y repetiré:
¡que vivan los estudiantes
aquellos manifestantes
que vimos por nuestras calles
con el retrato del Che!
envoyé par Riccardo Venturi - 14/11/2004 - 12:21
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