Alguna vez a todos a mí mismo
Nos ha crecido un árbol en las manos
O un mar sobre la frente, o la esperanza
como alfombra extendida a nuestro paso
Al encontrar un verso entre la hierba
Al madurar el fruto del abrazo
A escuchar palabras que nos tientan
El aire de palabras que arrastramos
Pero la madrugada llegó siempre
Con su fusil a ciegas preparado
Para segar la vida de los hombres
O la ilusión nacida en nuestros pasos
Y cuando fue creciendo la mañana
Nos quedó solamente nuestro asco
Y una sed infinita y la vergüenza
De nuestro propio aspecto de borrachos
Nos ha crecido un árbol en las manos
O un mar sobre la frente, o la esperanza
como alfombra extendida a nuestro paso
Al encontrar un verso entre la hierba
Al madurar el fruto del abrazo
A escuchar palabras que nos tientan
El aire de palabras que arrastramos
Pero la madrugada llegó siempre
Con su fusil a ciegas preparado
Para segar la vida de los hombres
O la ilusión nacida en nuestros pasos
Y cuando fue creciendo la mañana
Nos quedó solamente nuestro asco
Y una sed infinita y la vergüenza
De nuestro propio aspecto de borrachos
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