Cazadores de ciudad
que nunca os veis satisfechos
no me matéis en la jaula
profunda donde estoy preso.
Matarme en un sitio claro
de las montañas de Gredos
un sitio que corra el aire
y la vista llegue lejos.
Que lleven allí el garrote,
la silla y los aparejos,
que valla el juez con su coche
a hacer el levantamiento.
Que dejen a los paisanos
que suban desde los pueblos
que vean matar a un bicho
que lo tienen ya sujeto.
Que me sienten en la silla,
que me amarren con los cueros,
mirando para Madrid,
aunque yo no pueda verlo.
Maldito seas Madrid,
tu corte y tu parlamento.
Maldita sean tus leyes
y los que las hayan hecho.
Cazadores de ciudad.
que nunca os veis satisfechos
no me matéis en la jaula
profunda donde estoy preso.
Matarme en un sitio claro
de las montañas de Gredos
un sitio que corra el aire
y la vista llegue lejos.
Que lleven allí el garrote,
la silla y los aparejos,
que valla el juez con su coche
a hacer el levantamiento.
Que dejen a los paisanos
que suban desde los pueblos
que vean matar a un bicho
que lo tienen ya sujeto.
Que me sienten en la silla,
que me amarren con los cueros,
mirando para Madrid,
aunque yo no pueda verlo.
Maldito seas Madrid,
tu corte y tu parlamento.
Maldita sean tus leyes
y los que las hayan hecho.
Cazadores de ciudad.
inviata da adriana - 8/3/2009 - 10:06
Lingua: Italiano
PUBBLICA ESECUZIONE
Cacciatori di città
che mai vi vedete soddisfatti,
non ammazzatemi nella gabbia
profonda dove sono prigioniero.
Ammazzatemi in un posto luminoso
delle montagne di Gredos,
un posto dove scorra l'aria
e dove la vista arrivi lontano.
Portatela lì, la garrota,
il seggiolino e gli accessori,
ci vada il giudice con la sua carrozza
a fare la rimozione del cadavere.
Fate sì che i contadini
salgano dai villaggi
a veder ammazzare un insetto
che è stato già acchiappato.
Mettetemi sul seggiolino,
legatemi con le strisce di cuoio,
mentre guardo Madrid
sebbene non possa vederla.
Maledetta tu sia, Madrid,
il tuo tribunale e il tuo parlamento.
Maledette siano le tue leggi,
e quelli che le hanno fatte.
Cacciatori di città.
Cacciatori di città
che mai vi vedete soddisfatti,
non ammazzatemi nella gabbia
profonda dove sono prigioniero.
Ammazzatemi in un posto luminoso
delle montagne di Gredos,
un posto dove scorra l'aria
e dove la vista arrivi lontano.
Portatela lì, la garrota,
il seggiolino e gli accessori,
ci vada il giudice con la sua carrozza
a fare la rimozione del cadavere.
Fate sì che i contadini
salgano dai villaggi
a veder ammazzare un insetto
che è stato già acchiappato.
Mettetemi sul seggiolino,
legatemi con le strisce di cuoio,
mentre guardo Madrid
sebbene non possa vederla.
Maledetta tu sia, Madrid,
il tuo tribunale e il tuo parlamento.
Maledette siano le tue leggi,
e quelli che le hanno fatte.
Cacciatori di città.
LA "SCHERMATA 10000"
THE "10,000 SCREENSHOT"
THE "10,000 SCREENSHOT"
Questa è la schermata della homepage al momento dell'esatto raggiungimento della traduzione/commento n° 10000. Come si può osservare, sono le 16.05 del 9 marzo 2009. Un momento ed un evento storico per questo sito.
The following is the homepage screenshot (Italian version) on the exact moment of reaching translation/commentary nr 10,000. As you can see, it's 4:05 pm of March 9, 2009. An historic moment, and an historic event, for this website. [CCG/AWS Staff]
The following is the homepage screenshot (Italian version) on the exact moment of reaching translation/commentary nr 10,000. As you can see, it's 4:05 pm of March 9, 2009. An historic moment, and an historic event, for this website. [CCG/AWS Staff]
CCG/AWS Staff - 9/3/2009 - 16:19
LA PENA DE MUERTE
por María Elena Walsh
(Clarín, 12 de septiembre de 1991)
por María Elena Walsh
Fui lapidada por adúltera. Mi esposo, que tenía manceba en casa y fuera de ella, arrojó la primera piedra, autorizado por los doctores de la ley y a la vista de mis hijos.
Me arrojaron a los leones por profesar una religión diferente a la del Estado.
Fui condenada a la hoguera, culpable de tener tratos con el demonio encarnado en mi pobre cuzco negro, y por ser portadora de un lunar en la espalda, estigma demoníaco.
Fui descuartizado por rebelarme contra la autoridad colonial.
Fui condenado a la horca por encabezar una rebelión de siervos hambrientos. Mi señor era el brazo de la Justicia.
Fui quemado vivo por sostener teorías heréticas, merced a un contubernio católico-protestante.
Fui enviada a la guillotina porque mis Camaradas revolucionarios consideraron aberrante que propusiera incluir los Derechos de la Mujer entre los Derechos del Hombre.
Me fusilaron en medio de la pampa, a causa de una interna de unitarios.
Me fusilaron encinta, junto con mi amante sacerdote, a causa de una interna de federales.
Me suicidaron por escribir poesía burguesa y decadente.
Fui enviado a la silla eléctrica a los veinte años de mi edad, sin tiempo de arrepentirme o convertirme en un hombre de bien, como suele decirse de los embriones en el claustro materno.
Me arrearon a la cámara de gas por pertenecer a un pueblo distinto al de los verdugos.
Me condenaron de facto por imprimir libelos subversivos, arrojándome semivivo a una fosa común.
A lo largo de la historia, hombres doctos o brutales supieron con certeza qué delito merecía la pena capital. Siempre supieron que yo, no otro, era el culpable. Jamás dudaron de que el castigo era ejemplar. Cada vez que se alude a este escarmiento la Humanidad retrocede en cuatro patas.
Me arrojaron a los leones por profesar una religión diferente a la del Estado.
Fui condenada a la hoguera, culpable de tener tratos con el demonio encarnado en mi pobre cuzco negro, y por ser portadora de un lunar en la espalda, estigma demoníaco.
Fui descuartizado por rebelarme contra la autoridad colonial.
Fui condenado a la horca por encabezar una rebelión de siervos hambrientos. Mi señor era el brazo de la Justicia.
Fui quemado vivo por sostener teorías heréticas, merced a un contubernio católico-protestante.
Fui enviada a la guillotina porque mis Camaradas revolucionarios consideraron aberrante que propusiera incluir los Derechos de la Mujer entre los Derechos del Hombre.
Me fusilaron en medio de la pampa, a causa de una interna de unitarios.
Me fusilaron encinta, junto con mi amante sacerdote, a causa de una interna de federales.
Me suicidaron por escribir poesía burguesa y decadente.
Fui enviado a la silla eléctrica a los veinte años de mi edad, sin tiempo de arrepentirme o convertirme en un hombre de bien, como suele decirse de los embriones en el claustro materno.
Me arrearon a la cámara de gas por pertenecer a un pueblo distinto al de los verdugos.
Me condenaron de facto por imprimir libelos subversivos, arrojándome semivivo a una fosa común.
A lo largo de la historia, hombres doctos o brutales supieron con certeza qué delito merecía la pena capital. Siempre supieron que yo, no otro, era el culpable. Jamás dudaron de que el castigo era ejemplar. Cada vez que se alude a este escarmiento la Humanidad retrocede en cuatro patas.
(Clarín, 12 de septiembre de 1991)
Dead End - 3/8/2012 - 13:47
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9 marzo 2009
Questa è la TRADUZIONE/COMMENTO N° 10000 di questo sito.
This is the TRANSLATION/COMMENTARY NR 10000 of this website.
La suivante est la TRADUCTION/COMMENTAIRE N° 10000 de ce site.