Lingua   

Pedro Rojas

Daniel Viglietti
Lingua: Spagnolo


Daniel Viglietti

Ti può interessare anche...

Canción para mi América
(Daniel Viglietti)
Masa
(Daniel Viglietti)
El Clinudo
(Los Olimareños)


‎[1937]‎
Versi del poeta peruviano César Vallejo ‎‎(1892-1938) da “España, aparta de mí este cáliz”, ultima raccolta pubblicata prima della prematura ‎scomparsa a Parigi.‎
Musica di Daniel Viglietti, dal disco “Canciones para el hombre nuevo” del 1968.‎

Canciones para el ‎hombre nuevo

Una poesia che fa il paio con Masa, in morte e in resurrezione di un repubblicano spagnolo…‎
Solía escribir con su dedo grande en el aire:‎
‎“¡Viban los compañeros! Pedro Rojas”,
de Miranda del Ebro, padre y hombre,
marido y hombre, ferroviario y hombre,
padre y más hombre, Pedro y sus dos muertes.‎

Papel de viento, lo han matado: ¡pasa!
Pluma de carne, lo han matado: ¡pasa!
‎“¡Abisa a todos compañeros pronto!”

Palo en el que han colgado su madero,
lo han matado;
‎¡lo han matado al pie de su dedo grande!
‎¡Han matado, a la vez, a Pedro, a Rojas!‎

‎¡Viban los compañeros
a la cabecera de su aire escrito!
‎¡Viban con esta b del buitre en las entrañas
de Pedro ‎
y de Rojas, del héroe y del mártir!

Registrándole, muerto, sorprendiéronle
en su cuerpo un gran cuerpo,
para el alma del mundo,
y en la chaqueta una cuchara muerta.‎

Pedro también solía comer
entre las criaturas de su carne, asear, pintar
la mesa y vivir dulcemente
en representación de todo el mundo.
Y esta cuchara anduvo en su chaqueta,
despierto o bien cuando dormía, siempre,
cuchara muerta viva, ella y sus símbolos.
‎¡Abisa a todos compañeros pronto!
‎¡Viban los compañeros al pie de esta cuchara para siempre!
Lo han matado, obligándole a morir
a Pedro, a Rojas, al obrero, al hombre, a aquél
que nació muy niñín, mirando al cielo,
y que luego creció, se puso rojo
y luchó con sus células, sus nos,
sus todavías, sus hambres, sus pedazos.‎

Lo han matado suavemente
entre el cabello de su mujer, la Juana Vásquez,
a la hora del fuego, al año del balazo
y cuando andaba cerca ya de todo.‎

Pedro Rojas, así, después de muerto,
se levantó, besó su catafalco ensangrentado,
lloró por España.
y volvió a escribir con el dedo en el aire:
‎“¡Viban los compañeros! Pedro Rojas”.
Su cadáver estaba lleno de mundo.‎

inviata da Bernart - 7/5/2013 - 11:06




Pagina principale CCG

Segnalate eventuali errori nei testi o nei commenti a antiwarsongs@gmail.com




hosted by inventati.org