Estamos prisioneros carcelero,
estamos prisioneros carcelero,
yo de estos torpes barrotes,
tú del miedo.
yo de estos torpes barrotes,
tú del miedo.
Adonde vas que no vienes,
conmigo a empujar la puerta
adonde vas que no vienes,
conmigo a empujar la puerta
no hay campanario que suene
como el río de allá afuera.
como el río de allá afuera.
Como el que se prende fuego
andan los presos del miedo,
de nada vale que corran,
si el incendio va con ellos
si el incendio
No se, no recuerdo bien,
que quería el carcelero,
tal vez una copla mía
para aguantar el silencio
para aguantar el silencio.
No hay quien le envidie la suerte
al dueño de los candados
no hay quien le envidie la suerte
al dueño de los candados
murió con un ojo abierto
y nadie pudo cerrarlo.
Le regalé una paloma
al hijo del carcelero
cuentan que la dejó ir
tan solo por verle el vuelo
que hermoso que va a ser el mundo
del hijo del carcelero,
del hijo del carcelero.
Es cierto, muchos callaron,
cuando yo fuí detenido.
Vaya con la diferencia,
yo preso ellos sometidos.
yo preso ellos sometidos.
Estamos prisioneros carcelero
estamos prisioneros carcelero
yo de estos torpes barrotes
tú del miedo.
estamos prisioneros carcelero,
yo de estos torpes barrotes,
tú del miedo.
yo de estos torpes barrotes,
tú del miedo.
Adonde vas que no vienes,
conmigo a empujar la puerta
adonde vas que no vienes,
conmigo a empujar la puerta
no hay campanario que suene
como el río de allá afuera.
como el río de allá afuera.
Como el que se prende fuego
andan los presos del miedo,
de nada vale que corran,
si el incendio va con ellos
si el incendio
No se, no recuerdo bien,
que quería el carcelero,
tal vez una copla mía
para aguantar el silencio
para aguantar el silencio.
No hay quien le envidie la suerte
al dueño de los candados
no hay quien le envidie la suerte
al dueño de los candados
murió con un ojo abierto
y nadie pudo cerrarlo.
Le regalé una paloma
al hijo del carcelero
cuentan que la dejó ir
tan solo por verle el vuelo
que hermoso que va a ser el mundo
del hijo del carcelero,
del hijo del carcelero.
Es cierto, muchos callaron,
cuando yo fuí detenido.
Vaya con la diferencia,
yo preso ellos sometidos.
yo preso ellos sometidos.
Estamos prisioneros carcelero
estamos prisioneros carcelero
yo de estos torpes barrotes
tú del miedo.
inviata da Bartleby - 16/2/2012 - 13:00
Le parole non sono di Horacio Guarany ma di Armando Tejada Gómez (1929-1992), importante scrittore, poeta e cantautore argentino, uno dei fondatori del “Movimiento del Nuevo Cancionero” nell'Argentina dei primi anni 60.
Nella sua raccolta poetica intitolata “Antología de Juan”, pubblicata nel 1958.
Lo stesso Armando Tejada Gómez incise nel 1964 un disco di recitativi musicali, “Sonopoemas del horizonte”, in cui questa poesia compariva con altre dalla stessa raccolta con il titolo “Breves coplas de Juan”
(Vedi Sons de Turoqua)
Nella sua raccolta poetica intitolata “Antología de Juan”, pubblicata nel 1958.
Lo stesso Armando Tejada Gómez incise nel 1964 un disco di recitativi musicali, “Sonopoemas del horizonte”, in cui questa poesia compariva con altre dalla stessa raccolta con il titolo “Breves coplas de Juan”
(Vedi Sons de Turoqua)
Bernart Bartleby - 30/9/2017 - 23:07
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Album “Luche luche”, registrato in Spagna durante l’auto-esilio.
Una delle circa 200 canzoni censurate dalla giunta militare argentina tra il 1976 ed il 1982.
E a Guarany non cercarono solo di censurare le canzoni, ma di farlo proprio fuori: nel 1976 ricevette minacce di morte e poi la “Triple A”, l’Alianza Anticomunista Argentina, cercò di ammazzarlo a suon di bombe. Guarany fu costretto a scappare in Venezuela, in Messico e poi in Spagna. Rientrato in Argentina nel 1978, il 20 gennaio dell’anno seguente fu oggetto di un nuovo attentato al quale scampò miracolosamente. Decise comunque di restare in Argentina, anche se gli fu interdetto di esibirsi a Buenos Aires e nei grossi centri.