El diablo es un señor almidonado,
que nunca olvida el saco y el sombrero
Que vive en una casa con placares
para esconder el miedo y lo ajeno
El diablo es tan correcto como el hambre,
perfecto y ordenado como el fraude
A veces tiene panza y si no tiene,
es calvo como todos sus placeres.
El diablo tiene cola mas la esconde
en grueso portafolio color negro,
Donde lleva también los documentos
que lo autorizan a matar al pueblo.
El diablo pone el alma en las tribunas,
y escucha los discursos de los muertos
Se arrastra con orgullo por la historia
y se acuesta con pobrísimos recuerdos
El diablo se levanta muy temprano,
cansado del confort que lo encadena
Y corre por las calles presuroso
de compartir su astillo y su pena.
Lo he visto muchas veces como ustedes
en el espejo y el bolsillo de cualquiera,
En el seguro que asegura todo,
menos la paz, la luz, la primavera.
Lo he visto caminar al lado mío
y medir la moral y las polleras
Decidir el tamaño de la dicha,
la justicia, el honor y las ideas
Lo he visto muchas veces pero ahora,
mi alegría habla claro de su ausencia
Talvez sus propias manos lo mataron
al escuchar por fin a su conciencia.
Talvez sus propias manos lo mataron
al escuchar por fin a su conciencia.
que nunca olvida el saco y el sombrero
Que vive en una casa con placares
para esconder el miedo y lo ajeno
El diablo es tan correcto como el hambre,
perfecto y ordenado como el fraude
A veces tiene panza y si no tiene,
es calvo como todos sus placeres.
El diablo tiene cola mas la esconde
en grueso portafolio color negro,
Donde lleva también los documentos
que lo autorizan a matar al pueblo.
El diablo pone el alma en las tribunas,
y escucha los discursos de los muertos
Se arrastra con orgullo por la historia
y se acuesta con pobrísimos recuerdos
El diablo se levanta muy temprano,
cansado del confort que lo encadena
Y corre por las calles presuroso
de compartir su astillo y su pena.
Lo he visto muchas veces como ustedes
en el espejo y el bolsillo de cualquiera,
En el seguro que asegura todo,
menos la paz, la luz, la primavera.
Lo he visto caminar al lado mío
y medir la moral y las polleras
Decidir el tamaño de la dicha,
la justicia, el honor y las ideas
Lo he visto muchas veces pero ahora,
mi alegría habla claro de su ausencia
Talvez sus propias manos lo mataron
al escuchar por fin a su conciencia.
Talvez sus propias manos lo mataron
al escuchar por fin a su conciencia.
inviata da Bartleby - 15/7/2011 - 13:40
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“Il diavolo è un signore elegante, ha la coda ma la nasconde dentro un grosso portafogli scuro dove tiene anche i documenti che lo autorizzano ad ammazzare la gente… Il diavolo l’ho visto molte volte, come voi… l’ho visto anche camminarmi accanto…”
E il diavolo camminava accanto a Don Facundo, anzi, gli ha persino dato un passaggio in auto quel maledetto 9 luglio 2011 a Città del Guatemala, mentre il grande cantore argentino se ne andava in bus all’aeroporto… Si era nascosto il demonio in un tal Henry Fariña, nicaraguense, impresario dello spettacolo legato al narcotraffico… I suoi “amici” del cartello di Sinaloa volevano fargli pagare qualche sgarro e invece hanno ucciso Cabral al suo posto…
Rigoberta Menchú, indigena guatemalteca, premio Nobel per la Pace (e Cabral era “messaggero mondiale della Pace” per l’UNESCO e membro onorario di Amnesty International) non ha esitato a dichiarare tra le lacrime "Es el fascismo que mata a Facundo Cabral".