Pinocho...
El tío Sam-Gepeto
el viejo titiritero
dispuso hacer un muñeco
que lo acompañe en su senectud.
El tío Sam-Gepeto
ese viejo tan morocho
dispuso hacer un pinocho
que le obedezca con exactitud.
Este pinocho... pino, pinochet
es un buen chico, como lo véis
amaestrado, bien alienado
habla español, pero piensa en inglés
¡OH YES!
Este pinocho, pino, pinochet
todo lo aprende en un dos por tres,
sabe tan bien las poses gorilistas
que le enseñó su tío imperialista
que ya parece todo un chimpancé.
El tío le dió al muñeco
una lujosa guerrera,
dos flamantes charreteras
y el presuntuoso quepís oficial.
Le dió condecoraciones,
medallas hasta los dientes
y en los hombros relucientes
las cinco estrellas de la iniquidad.
Este pinocho...
Pero a todo muñequito,
aún siendo un juguete fino
le llega su cruel destino...
la cuerda al fin tiene que reventar.
Y ahora que venga el cambio
¡Al diablo tanta locura!
y al cajón de la basura
la marioneta tendrá que ir a dar.
Este pinocho...
Colorín, colorado...
El pinocho está acabado.
El tío Sam-Gepeto
el viejo titiritero
dispuso hacer un muñeco
que lo acompañe en su senectud.
El tío Sam-Gepeto
ese viejo tan morocho
dispuso hacer un pinocho
que le obedezca con exactitud.
Este pinocho... pino, pinochet
es un buen chico, como lo véis
amaestrado, bien alienado
habla español, pero piensa en inglés
¡OH YES!
Este pinocho, pino, pinochet
todo lo aprende en un dos por tres,
sabe tan bien las poses gorilistas
que le enseñó su tío imperialista
que ya parece todo un chimpancé.
El tío le dió al muñeco
una lujosa guerrera,
dos flamantes charreteras
y el presuntuoso quepís oficial.
Le dió condecoraciones,
medallas hasta los dientes
y en los hombros relucientes
las cinco estrellas de la iniquidad.
Este pinocho...
Pero a todo muñequito,
aún siendo un juguete fino
le llega su cruel destino...
la cuerda al fin tiene que reventar.
Y ahora que venga el cambio
¡Al diablo tanta locura!
y al cajón de la basura
la marioneta tendrá que ir a dar.
Este pinocho...
Colorín, colorado...
El pinocho está acabado.
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