Bienaventurado el hombre que no sigue las consignas del Partido,
ni asiste a sus mítines,
ni se sienta a la mesa con los gánsters,
ni con los Generales en el Consejo de Guerra.
Bienaventurado el hombre que no espía a su hermano
ni delata a su compañero de colegio
Bienaventurado el hombre que no lee los anuncios comerciales
ni escucha sus radios
ni cree en sus slogans.
Será como un árbol plantado junto a una fuente
ni asiste a sus mítines,
ni se sienta a la mesa con los gánsters,
ni con los Generales en el Consejo de Guerra.
Bienaventurado el hombre que no espía a su hermano
ni delata a su compañero de colegio
Bienaventurado el hombre que no lee los anuncios comerciales
ni escucha sus radios
ni cree en sus slogans.
Será como un árbol plantado junto a una fuente
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