Tierra maldita.
Tierra de hambre y miserias
La tierra clama ¡no soy de nadie!
¡Soy libre!
El hambre amontonado desborda la camisa de generaciones,
que vive la pobreza como algo innato y en sus caras el miedo esclavo.
Nuevas esperanzas nacen del silencio han cerrado,
porque ahora los jornaleros piden tierra y trabajo.
Fue la matanza de Casas Viejas
por querer dar fruto a la tierra.
Fue la matanza de Casas Viejas
por querer dar fruto a la tierra.
En la plaza tiroteo
con la guardia civil
Les llegan más refuerzos
con pólvora y más fuego.
La incultura de la fuerza
con metralla en el cerebro,
uniformes y fusiles
contra el hambre del jornalero.
Echad y hundid la casucha de Seisdedos
y que acaben abrasados.
Cuatro días de agonía
y después fusilados.
Fue la matanza de Casas Viejas
por querer dar fruto a la tierra.
Fue la matanza de Casas Viejas
por querer dar fruto a la tierra…
Tierra de hambre y miserias
La tierra clama ¡no soy de nadie!
¡Soy libre!
El hambre amontonado desborda la camisa de generaciones,
que vive la pobreza como algo innato y en sus caras el miedo esclavo.
Nuevas esperanzas nacen del silencio han cerrado,
porque ahora los jornaleros piden tierra y trabajo.
Fue la matanza de Casas Viejas
por querer dar fruto a la tierra.
Fue la matanza de Casas Viejas
por querer dar fruto a la tierra.
En la plaza tiroteo
con la guardia civil
Les llegan más refuerzos
con pólvora y más fuego.
La incultura de la fuerza
con metralla en el cerebro,
uniformes y fusiles
contra el hambre del jornalero.
Echad y hundid la casucha de Seisdedos
y que acaben abrasados.
Cuatro días de agonía
y después fusilados.
Fue la matanza de Casas Viejas
por querer dar fruto a la tierra.
Fue la matanza de Casas Viejas
por querer dar fruto a la tierra…
envoyé par Alessandro - 13/4/2010 - 15:31
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Album “La tierra está sorda”, interamente dedicato alla Guerra civile spagnola.
A dire il vero, in Spagna non ci volle la guerra civile e poi l’avvento del fascismo per vedere scorrere il sangue degli spagnoli. Anche negli anni della cosiddetta Seconda Repubblica (1931-1939) furono frequenti le insurrezioni anti-borghesi, di matrice socialista e, più spesso, anarchica. E furono sempre represse nel sangue.
Anche la Repubblica ammazzava i propri cittadini inconformi.
Nel 1933 a Casa Viejas, vicino a Cadice in Andalusìa, gli anarchici della CNT, con il sostegno di tutta la popolazione, organizzarono uno sciopero rivoluzionario: fu distribuito cibo a tutti, fu destituito il sindaco, fu abolita la proprietà privata e, disgraziatamente, furono uccisi anche un paio di soldati. Il governo repubblicano, guidato da Manuel Azaña, ne mandò molti altri, al comando del capitano Manuel Rojas, con il compito di stroncare la rivolta con qualunque mezzo. E i soldati compirono il loro mandato: spararono indiscriminatamente sulla gente, incendiarono le case, catturarono uomini e donne, torturarono e fucilarono. Il bilancio finale fu di 22 contadini uccisi, tra cui il leader della rivolta, l’anarchico Francisco Cruz Gutiérrez detto '”Seisdedos” che fu bruciato vivo insieme ad alcuni compagni nella casa dove si era asserragliato rifiutando di arrendersi.
L’orrore suscitato dal massacro fu molto forte in tutta la Spagna, rafforzò l’ostilità delle classi popolari verso la repubblica borghese e portò, in definitiva, alla caduta del governo Azaña.