Lingua   

El caminero Mendoza

Tito Fernández
Lingua: Spagnolo


Tito Fernández


Al caminero Mendoza, ¡caramba! lo dieron güelta
al caminero Mendoza, ¡caramba! lo dieron güelta
y vengo a contar la historia ¡caramba! que de él se cuenta
y vengo a contar la historia ¡caramba! que de él se cuenta.

Lo trajeron desde el Norte ¡caramba! por unos pesos
lo trajeron desde el Norte ¡caramba! por unos pesos
a radicarse en el sure ¡caramba! tranquilo y tieso
a radicarse en el sure ¡caramba! tranquilo y tieso.

A la mujer que traía ¡caramba! la condenaron
a la mujer que traía ¡caramba! la condenaron
a la cocina vacía ¡caramba! que otras dejaron
a la cocina vacía ¡caramba! que otras dejaron.

Le pasaron una pala ¡caramba! la cosa fea
le pasaron una pala ¡caramba! la cosa fea
y lo echaron al camino ¡caramba! a hacerle pelea
y lo echaron al camino ¡caramba! a hacerle pelea.

[Recitado]
A la altura 'e Quitratúe, en el kilómetro siete
ya se había acostumbrao a meterle, duro, el ñeque
a aguantar el aguacero, a chapotear en el barro
a comer tortilla añeja y a tomar la choca en tarro
La mujer echaba guata, preñá de un hijo pampino
y el hombre echaba los bofes, como güey, en el camino.

Al caminero Mendoza ¡caramba! se lo cargaron
al caminero Mendoza ¡caramba! se lo cargaron
pero de su fe los pobres ¡caramba! no se olvidaron
pero de su fe los pobres ¡caramba! no se olvidaron.

[Recitado]
Un día, pasao Lastarrias, trajeron unos camiones
con un almacén rodante p 'a abastecer a los peones
Valía un par de zapatos, doscientos cuarenta pesos
un calzoncillo sesenta, y cuarenta y cinco un hueso
La plata se hacía poca, la pallasa no aguantaba
los piojos hacían nata, y hasta el agua la cobraban.

Al caminero Mendoza ¡caramba! no le gustaban
al caminero Mendoza ¡caramba! no le gustaban
los treinta cobres de suple ¡caramba! que le pagaban
los treinta cobres de suple ¡caramba! que le pagaban.

[Recitado]
En el kilómetro cien, pagaron por el total
quedó debiendo diez pesos, según dijo el capataz
Ahí comenzó el alegato, la gallá estaba indigná
en Loncoche se pararon y no trabajaron más
Mendoza habló por los peones, por los jutres el contaor
se subieron cinco pesos, pero la cosa jué peor
en el camión almacén, los fósforos se acabaron
el té parecía paja y las velas se achicaron
trajeron ñatos armaos, p 'a aquietar a la gallá
y entonces se armó la grande y quedó la tendalá
A Mendoza lo agarraron, entre seis, por el güergüero
y le sacaron la cresta, por alzao y por rosquero
al resto le hablaron duro, después le trajeron vino
y con unos cuantos cobres los volvieron al camino.

Al caminero Mendoza ¡caramba! se lo cargaron
al caminero Mendoza ¡caramba! se lo cargaron
pero de su fe los pobres ¡caramba! no se olvidaron
pero de su fe los pobres ¡caramba! no se olvidaron.

[Recitado]
El roto tiene su genio, y así no se iba a quedar
cuando le buscan el cuesco, el cuesco le han de encontrar
una noche, el capataz, hombre ducho en la collera
tuvo que sacar la cara, por la paga o lo que juera
No se portó mal el hombre, apechugó solo y limpio
se miraron a los ojos (dicen) y sacaron los cuchillos
El chon-chon cantó tres veces, la vida lanzó un berrido
y un hombre se cayó muerto junto con nacer el hijo
La historia pasó de largo, le pusieron pavimento
y allí se quedó Mendoza, p 'a siempre bajo el cemento
Del hijo nunca se supo, los caminos van y vienen
y los hombres, como to’o, en alguna parte mueren
Dicen que cuando en la noche, se oye cantar al chon-chon
un alma pasa llamado al hijo que nunca vio.

Al caminero Mendoza ¡caramba! lo dieron güelta
al caminero Mendoza ¡caramba! lo dieron güelta
y yo les canté la historia ¡caramba! que de él se cuenta
y yo les canté la historia ¡caramba! la historia que de él se cuenta.



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